Monday, September 11, 2006

El Maldito 11 de septiembre.....






No saben lo que me irrita el maldito 11 de septiembre. Todos los años desde que tengo memoria, el 11 de septiembre me ha acompañado coo una fecha horrorosa. Cuando pequeño, estaba en el calendario de rojo. La tv mostraba una y otra vez el Palacio Presidencial de La Moneda en llamas. Solados y tanques por doquier. Era como ver películas de guerra. No comprendía mucho que sucedía. Pero siempre me parecía esa fecha como algo gris. Ya algo más grande, de adolescente, el 11 de septiembre se me hacía aún más tenebroso. Mi papá, hacía exclamaciones contra Pinochet y el régimen (y eso que mi padre luchó contra la Unidad Popular y todo, pero los crímenes de Pinochet nos golperon fuerte en Loquén, y me mi vecino que era uno de los carabineros que asesinó a gente allí). La tv como siempre, mostraba las imagenes de la Moneda en llamas y los discursos interminables del dictador desafiante a todos. Ya me parecía a los Nazis que veía en las peliculas. El 11 de septiembre se siguió celebrando por los que defendían a Pinochet, y que hoy al ver que además de asesino es ladrón ya no lo visitan en su casa y se hacen los giles. Pero fue el 11 de septiembre de 1988, cuando al llegar de una fiesta de cumpleaños, onda 12 del día... mi casa dejaba de existir producto que la habian quemado. Al principio, nos dijeron que había sido producto de un corto circuito; pero lugo al remover los escombros encontramos indicios de antoncha y el relato de varios vecinos que vieron salir a unas personas de nuestra casa esa mañana y el incendio comenzó a aflorar después de esas "visitas". Por suerte, mis papás y mi familia estaban en el rodeo que juntaba dinero para recontruir la iglesia de Talagante, dañada por el terremoto del '85. Yo me había quedado en casa de mi primo. No saben que tan fuerte fue el abrazo que me dieron mis padres al verme llegar a esa hora, y saber que no había llegado esa mañana. Creo que fue la única vez en que no me dijeron nada al no llegar a la casa después de una fiesta. El 11 de septiembre siguió celebrándose por los menos amigos del Dictador, aún en democracia, esa que tanto nos costó recuperar. Recuerdo que el año '88 al cumplir los 18 años, fui corriendo al registro electoral para votar contra Pinochety vaya que fue hermoso derrotarlo en las urnas, sin violencia, sin balas, sin torturar a nadie, solo con un lápiz mina, un papel, una raya y mi conciencia. Ya en democracia, el 11 de septiembre, por fin y luego de algunos años, dejo de ser rojo... es decir, feriado. Estaba contentísimo. Pero, faltaba mucho para que el 11 de septiembre dejara de ser un día horroroso. Se comenzaron a autorizar marchas que pasaran por el costado de la Moneda. Se reabró la puerta de Morandé 80. Se construyó un Monumento a Allende... pero parace que todos estos gestos que se han hecho para terminar con el 11 de septiembre horroroso, no ha sido suficiente. Este año, una vez más, el 11 de septiembre se ha teñido de violencia. Algunos, incluyendo el Alcalde UDI, Gonzálo Cornejo, habló de menos daños, carabineros de disturbios algo menores que otros años, sin muertos, algunos heridos y menos detenidos. Pero para mi eso no es suficiente... Yo luché por la democracia. Con mis manos limpias, sin arrojar una piedra, solo convenciendo a mis pares, a mis vecinos, a mis amigos que Pinochet y su régimen estaba fundado en la muerte y la represión. Yo arriesgué a mi familia, al igual que mi padre, en reuniones clandestinas donde preparabamos operaciones para llenar de panflotos Talagante y alguno que otro rayado. Yo arriesgué la casa de mi familia, con mis fotos que tomaba un vecino de la CNI. El mismo, que se decía ser amigo de mi papá... Yo estuve en el comando del NO, en las mesas receptoras de sufragios de cada elección. Yo arriegué todo por una democracia, limpia, donde todos tuvieramos derecho a pensar y decir lo que pensaramos. Política, religiosa y deportivamente, sin que nadie nos violente... Por ello, no puedo aceptar que hasta el día de hoy, algunos se escuden, cobardemente, como es su forma de actuar, en marchas de derechos humanos, en donde agreden y rompen todo a su paso; sin respetar el esfuerzo de gente que levanta sus negoscios, sus kioscos de diario, sus locales de flores en los cementerios, destruyendo todo a su paso. Creo que la democracía se debe defender de estos energúmenos que a dicen estar ciontra el sitema. Pero que no son capacez y de incribirse para votar encontra el sitema. Cuando Pinochet nos persiguió, no dudamos en incribirnos para derrotarlo desde su sistema electoral. parece, que en aquel entonces había más neuronas en nuestras cabezas, que las que hoy observamos en estos personajes, que incluso agredieron a los Familiares de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, que en nuestras marchas, en nuestras concentraciones, eran y serán para mi, verdaderos símbolos a los que nadie les puede tocar... sin embargo ellos, lo destruyen todo. Por ello, mi repudio es mayor aún. espero que esos delincuentes que paguen todos los daños que dejan a su paso. Paguen la afrenta de la molotov que llegó a la ventana de La Moneda. Paguen por su afrenta ante los Fmiliares de los DD.DD y EE.PP. Espero que esos desalmados paguen todo el daño que le causan a este Chile que forjamos diariamente, para hacer de este país, el país que soñamos, próspero y digno. Sin violencia y con respeto a todos...

Comments:
La verdad, al igual que tu, creo que también debe haber una mira más crítica de los que fue el Gobierno de Allende. En mi caso no lo celebro para nada. Creo que Allende y sus boys, por el solo echo de ser quienes tenían el poder político, son los primeros culpables. se segaron con el poder; y para ser claritos, allende fue la primera mayoría con un tercio, no con el 50 % + 1; y aunque en las elecciones municipales que le sucedieron la UP obtuvo una mayor cantidad de votos, tampoco era como para pretender borrar a las otras fuerzas políticas, generando con ello, un diálogo de sordos, que se fue asentuando con la intervención de Nixon, como lo supimos años más tarde en forma voráz. Pero, nada, nada de lo que vivimos, por que en la para el golpe tenía 3 años, puede justificar los horrores en que actúo Pinochet y sus secuaces. Mi padres fueron fuertes opositores a Allende. Y vaya que lo pasaron mal... pero ante los cadáveres que se veían en el Mapocho, la persecución de otros, el vecino asesino de loquén que llegamos a tener.. en fin, todo lo que se sabe; no dejaron de oponerse a Pinochet, aún, cuando era funcionario municipal. Creo que el prestigio moral de mi papá en la comunidad de Talagante, creo que muchas veces le salvó la vida a él y a mi, que fui el más jugado de mi familia en contra de Pinochet.
 
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