Wednesday, March 15, 2006

La Escuela Parroquial... una nueva mirada.

El cominzo de los años '80, trajo consigo un nuevo colegio. La Escuela Parroquial el Niño Jesús. Ubicada a un costado de la Casa Parroquial y frente a la Plaza de Armas de Talagante, se ecuentra ubicada esta longeva escuela de Talagante. La locación, el horario y algunas costumbres de las escuelas públicas se habían acabado. No recuerdo la foto de los integrantes de la Junta de Gobierno y la de Pinochet en las salas de clases. Esas fotos, eran remplazadas por crucifijos. Ya las efenerides militares no eran importantes, sino que la Quaresma y el mes de María. Podiamos hablar y saber otras cosas, que de alguna manera, en las escuelas públicas eran desconocías. El lenguaje solidaridad, amor, caridad y comunidad de personas era más propio. Los centros de padres no eran un instrumentos de conseguir recursos para cortinas para salas, pinturas y cosas por el estilo. La escuela para padres de la Vicaría para la Eduación, eran más importantes. Aquellos pequeños cambios, que en su momento parecían raros, hoy son el comienzo de una etapa que me marcaría hasta hoy. Otro elemento que nos diferenciaba, y hoy lo siento así; es que tuvimos oportunidades de desarrollar nuestras inquietudes infantiles. Deporte, arte, folclor, etc. Recuerdo que siempre las semanas del niño, estaban plagadas de actividades deportivas. Para mi, el arco de la cancha de baby, fue un lugar común. Mi primera escuela de fútbol, el ingreso al conjunto folclórico Sauzal, dibujar murales en el sector de los niños, las galas con artistas nacionales, que eran amigos del director, ir a jugar partidos de fútbol fuera de Talagante, la formación de un grupo de teatro, una iniciativa de mi autoría, como tantas otras, que gracias a Dios contaron con el veneplácito del Director. El Sr. Mallea. Tal vez, este paso por la Escuela Parroquial marcó mi forma de ser. Explorar y conseguir objetivos que van más allá de lo que me es propio. Esta imagen de hombre realizador, la del Sr. Mallea; inquieto y jugado por lo que más quería, sus alumnos. Fueron mi primera inspiración por buscar el bien social. No había una represión escolar... no. Había dialogo.Además fallarle al Sr. Mallea en la conducta o en bajas notas, era como fallarle a un padre querendón. Recuerdo que en más de una oportunidad él habló con mis padrés para que me dejaran jugar en la selección del colegio defendiendo el arco. Recuerdo que él habló muchas veces con los padres de otros compañeros para que los dejaran participar en actividades extraprogramáticas. recuerdo que muchas veces en el patio nos preguntaba por nuestra conducta en la casa, sabiendo ya, que no habíamos sido buenos hijos. Recuerdo que muchas veces mi papá se juntaba con él, bajo un respetuo mutuo, para conseguir cosas para los chiquillos, como le llama. Como cuando un circo se instaló al lado de nuestro Colegio, he hicieron que la gala se realizara en la presentanción principal del Circo, coronando en ella a la Reina del Colegio. O cuando se consiguió mi papá entradas para un parque de juegos mecánicos que se instaló en el mismo sitio. Y en horas de clases, todo el colegio disfruto de todos los juegos de dicho parque.. Mini Montaña Rusa, La Rueda, Los aviones para los más chicos, en fin, una mañana maravillosa, gracias a estos dos hombres.. mi padre, que era el jefe de rentas de la municipalidad y el director de la Escuela Parroquial. Si bien es cierto, que siempre quise a la Escuela N°20, mi Escuela Parroquial es la que llevo en el corazón....

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